A qué edad se puede esterilizar una perrita

“El simple hecho de que mi perro me quiera más que yo a él es una realidad tan innegable que cada vez que pienso en ello siento vergüenza.”

Konrad Lorenz

Los beneficios de la esterilización

La esterilización de perros a edades tempranas nos permite obtener grandes beneficios y más si se trata de una hembra.

Cuándo esterilizar a una hembra: los peligros de no hacerlo a tiempo

Cada hembra es única y también hay recomendaciones basadas en el tipo y tamaño para la esterilización. Lo mismo sucede con las enfermedades que pueden ocurrir si no se esterilizan.

Uno de los factores más importantes que influyen en la identificación de la edad ideal es el tamaño.

¿Cuándo debo esterilizar a un perro macho?

En los hombres es un poco complicado definir la edad porque no tienen “celo” no sabemos exactamente cuando alcanzan la madurez sexual.

Generalmente, una perra entra en la pubertad cuando:

¿Cuándo se puede esterilizar a una perra o gata?

En los perros, la pubertad en los machos, aunque varía según la raza y otros factores, generalmente ocurre a los 8-10 meses. El descenso de los testículos se produce antes de los 2 meses, en caso contrario nuestra mascota podría tener criptorquidia (el testículo no desciende y se queda en el abdomen). El descenso testicular puede ocurrir hasta la pubertad, y si no han bajado a la edad de un año, no lo harán. Otra posibilidad es que tenga un solo testículo. Esto es importante porque estos testículos abdominales tienen un mayor riesgo de tumorigénesis o torsión. La pubertad en las gatas se produce entre los 6 y los 9 meses, aunque de nuevo en esto influyen factores como la raza o el tamaño. A diferencia de los perros, nacen con los testículos ya descendidos. La castración se puede realizar en cualquier momento siempre y cuando ambos testículos hayan descendido, o se recomendará una laparotomía exploratoria para extirpar el testículo criptorquídico. En general, se recomienda a partir de los 8 meses de edad.

La OHE, u Ovariohisterectomía, es una técnica de por vida en la que se extirpan los ovarios y el útero. Esta cirugía tiene algunas ventajas, como ser una técnica permanente o de prevención de enfermedades ováricas y uterinas, además de reducir el riesgo de cáncer de mama si se realiza antes de la segunda corrida. Lógicamente, también evitaremos embarazos no deseados. Aunque también presenta algunas desventajas, como la reducción del metabolismo basal (asociada a cierta tendencia a la obesidad) o la incontinencia urinaria.

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